Un preludio es una pieza musical breve, sin una forma interna particular, que puede servir como introducción a una fuga, o una sonata que son normalmente más grandes y complejas.
Muchos preludios tienen un continuo ostinato debajo del fondo de tipo rítmico o melódico.
Bach estructuró frecuentemente sus preludios con la siguiente estructura: A-B-A'-C.
- Parte A: se produce el "afianzamiento de la tonalidad". Se deja clara la tonalidad del preludio ya sea mediante una cadencia perfecta o una pedal en tónica.
- Parte B: se produce la modulación, en tonos mayores se modula al V grado y en menores al V o al relativo mayor.
- Parte A': volvemos a la tonalidad inicial pero esta vez utilizando una nota pedal en el bajo, ya sea el V o el I grado.
- Coda (C): Suele desafiar el patrón rítmico a modo de sección "improvisatoria" para dar fin a la obra.