Los Aliados desembarcaron exitosamente cerca de Anzio, en las inmediaciones del sur de Roma, pero no pudieron tomar Roma hasta comienzos de junio de 1944. Las tropas alemanas continuaron ocupando el norte de Italia y resistieron tenazmente hasta que se rindieron, el 2 de mayo de 1945. Tras la liberación de Roma, las fuerzas aéreas aliadas pudieron bombardear blancos alemanes en Europa Oriental, como las plantas de combustible y goma sintéticos de Auschwitz-Monowitz en Silesia.