Napoleón ganó batallas importantes, sin embargo, perdió
300 000 soldados, la mayoría de ellos muertos de frió y hambre.
En 1813, Napoleón perdió el control sobre Alemania y España, y resulto enormemente debilitado. Abandono el poder y se retiro de la isla de Elba. Luis XVIII restauro la monarquía en Francia y, con las potencias y los grupos monárquicos apoyándolo, pretendió hacer un lado la Constitución y las reformas de la Revolución.