Los clientes en los establecimientos de salud, por lo general, esperan
recibir atención de calidad deficiente, la aceptan sin quejarse y hasta
expresan satisfacción cuando participan en encuestas. La satisfacción del
cliente, según expresada en entrevistas y encuestas, no significa
necesariamente que la calidad es buena; puede significar que las expectativas
son bajas. Es posible que el cliente diga que está satisfecho porque quiere
complacer al entrevistador, porque teme que no se le presten servicios en el
futuro, debido a las normas culturales en contra de las quejas, o porque
responde positivamente a la palabra "satisfecho".