En su Ensayo sobre el conocimiento humano (1689).. Locke proporcionó una serie de razones para negar la existencia de las ideas innatas. Señaló que los niños, asimilan los principios abstractos contenidos en conceptos básicos hasta que alguien se los enseña. Los niños de dos años no dicen que «cada cosa es idéntica a sí misma» o «que cuatro ángulos rectos forman una circunferencia completas. Tampoco los recién nacidos» parecen albergar en su mente ningún tipo de concepto porque, de hecho, no parecen pensar.